“El libro, considerado como una realidad autónoma, puede contener cualquier lenguaje (escrito), no solo el literario, e incluso cualquier otro sistema de signos”, afirmaba Ulises Carrión en su célebre ensayo “El arte nuevo de hacer libros”. Y proseguía: “Hacer un libro es actualizar su ideal secuencia espacio-temporal por medio de la creación de una secuencia paralela de signos, lingüísticos o no.” El libro Poema, de Francisco Pino, publicado cinco años antes que este ensayo, anticipaba de modo casi literal la radicalidad de esta perspectiva que Pino y Carrión compartían con igual fervor. Otros libros de Pino, como Terrón, cántico (1974) y Ventana, oda (1976), materializarían de distintas formas la misma premisa.
Estos y otros libros se comentan en este texto, que forma parte del catálogo publicado por el MUSAC con ocasión de la exposición Francisco Pino. Una realidad tan nada (2017).