¿Hasta qué punto es posible acotar los márgenes del territorio que abarca el archivo, en un contexto en el que, por causas diversas, los rasgos definitorios de las categorías “obra de arte” y “documento” se han ido difuminando cada vez más, y la frontera que las separa no cesa de adelgazar? ¿Cómo puede reajustarse la relación entre los documentos del archivo y las obras de la colección, teniendo en cuenta que se trata de categorías no solamente cuestionadas, sino claramente desbaratadas por un buen número de artistas en su práctica creativa?
(Hacer) explotar el archivo. La fricción entre patrimonio artístico y documental en la institución artística contemporánea
●Textos — 2012