En la primavera de 2019, recibí la petición de comentar ante los alumnos del máster de Tipografía de la Escuela Superior de Bellas Artes de Hamburgo una selección de publicaciones que ilustrase “diversas formas de mostrar la obra de arte en los libros”. La idea era explorar las posibilidades del libro como soporte mediante el cual presentar el arte, yendo más allá de la mera reproducción de obras (mediante la fotografía, el dibujo, etc.) para emplear otras tácticas no solo novedosas a nivel formal, sino también productivas en cuanto a los niveles de significado que pueden aportar a la lectura.
Esta invitación, por una vez, me permitía sortear la cuestión de la definición del libro de artista, puesto que, tal como se me indicó, mi selección podía incluir libros de artista pero no necesariamente debía estar compuesta solo por ellos. Con esta libertad, decidí recopilar para mi presentación publicaciones de artista y también otros libros que, en primera instancia, no se asocian con esta categoría. Asimismo, opté por centrarme en la cuestión de la representación atendiendo a dos criterios: en los libros escogidos la fotografía sería el recurso gráfico principal, y la perspectiva —el punto de vista— del autor y del lector funcionaría de manera poco convencional o particularmente compleja.
En otras palabras: para responder a esta invitación me propuse reunir una serie de ejemplos en los que el uso de la fotografía como recurso gráfico saca el máximo partido del potencial del libro como soporte para la transmisión de contenidos, en este caso, artísticos. El conjunto de publicaciones que se describe a continuación es el resultado de este ejercicio de selección.